Todos conocemos esos tópicos algo ridículos que las personas siguen compartiendo y que surgen en los momentos más inesperados. Seguramente sirvan para animar una conversación y romper el hielo.
Estábamos juntas en el club, y una de ellas se le ocurre compartir lo último que ha visto en internet ese día, un artículos que decía: “¿Son los hombres más felices que las mujeres?”, de inmediato se desencadenó un debate interesante.
La lista de razones que los ponían por encima de nosotras en cuanto a felicidad era claramente una broma, con razones como “No llevamos tacones.” o “Las canas nos hacen más atractivos.” el tipo que había redactado aquel artículo no era de lo más brillante que digamos.
Después de charlar un rato, y con unos tragos encima, convencí a mis amigas de llevar esa conversación a la mesa delante de nosotros, donde un par de especímenes muy atractivos estaban sentados.
Después de un par de señas entre sí, nos recibieron mitad perplejos mitad alegres, nos aprovechamos para hacer la pregunta sin quitarles los ojos de encima, venga ya, que no todo el tiempo se acercan unas chicas por su propia cuenta a tu mesa, ¿no?
La verdad es que no estaban nada mal, la conversación tomó un tono divertido y luego se puso más caliente, como todos los que estábamos presentes.
Fue cuestión de tiempo para que una de nosotras se perdiera en un sitio oscuro con alguno de ellos, estábamos vestidas para mata y esa noche habíamos conseguido lo que veníamos a buscar cuando salimos de fiesta: follar con alguien que valiera la pena.
La verdad es que nadie puede engañarse, todos nos vestimos para que nos quiten la ropa eventualmente, en especial en sitios como los del club, en los que tanto los hombres como las mujeres van en busca de compañía de calidad. No te sientas mal si terminas en la cama de un extraño un día, a mi parecer, eso es lo que hace a los hombres más felices, es que ellos no piensan tanto las cosas.
Las mujeres nos preocupamos por lo que vemos en el espejo, quizás demasiado, ellos aman lo que se muestra en el cristal, y más cuando están desnudos. ¡Cuantos comentarios tontos no he tenido que soportar dentro de la habitación!
Sin embargo, eso que los hombres consideran una desventaja en realidad proporciona una victoria asegurada para
ambos, nosotras nos vestimos para impresionar, y para que al final del día nos lleven a la cama, se esfuercen por hacernos gemir, nos laman, nos follen hasta que nos corramos, y todo gracias a que se perdieron en nuestro conjunto de ropa.
Estamos hechas para seducir y por eso venimos en todas las formas y tamaños, porque la verdad sea dicha, más de uno sueña con una mujer mayor que les enseñe una cosa o dos en la cama.¿Son los hombres más felices que las mujeres? Quién podría saberlo.
